ARTICULO N° 5
Derrida dice:
Derrida dice:
“El Deconstructivismo en filosofía como en arquitectura no significa destrucción, no es negativo… Significa deshacer los principios axiales sobre los que un discurso se construye. La arquitectura tradicional dependía de capas de significado que no eran en sí mismas arquitectura, por ejemplo que la arquitectura deba ser funcional, o dependa de la religión… o en monumentos políticos. Entonces lo que los arquitectos deben hacer es liberarla de lo que no es estrictamente arquitectura, no para poder así reconstruir una arquitectura pura, sino por el contrario, para que una vez liberada de esos principios pueda formar nuevas relaciones con otras artes”
Me gusta la idea de relacionar otras artes a la arquitectura, pero no veo porque debiéramos liberarla de su funcionalidad. Para que haya arquitectura debe haber un programa, y un programa responde a una función, como ya he dicho, esta es la esencia de la arquitectura, y no se puede deshacerse de ella.
Se pueden ignorar algunas conexiones pero el hacerlo va en desmedro de la arquitectura. Casas estilo chalet se construyen en plataformas en terrazas cortadas en colinas, esto arruina el lugar. Se construyen hoy casas estilo inglés y colonial que niegan su propio tiempo. “Los cambios históricos en la arquitectura fueron producto de los esfuerzos por corregir el efecto acumulado de conexiones que se ignoraron. Este tipo de esfuerzos dio lugar a la arquitectura moderna. Desde mediados del siglo XIX, un buen número de arquitectos buscaba ya una nueva arquitectura que reemplazara al preponderante estilo clásico, aunque este estilo había producido grandes edificios y buenas ciudades”, Este antiguo sistema de diseño no había logrado adaptarse a las nuevas realidades y muchos sintieron que la arquitectura no subsistiría como arte vivo si se mantenía tan desconectada. Les pareció que el estilo clásico estaba desconectado de la tecnología de construcción industrial y la respuesta moderna dio a la estructura un rol destacado, adoptó una preferencia especial por los materiales industriales y colocó a la función en primer lugar en el proceso de diseño.
No estoy de acuerdo por lo tanto con la definición de Derrida de una arquitectura pura. Una buena arquitectura debería tomar en consideración muchos aspectos, conexiones que encuentro esenciales en ella y que Derrida pareciera considerar superfluas. En su libro Observaciones sobre la Arquitectura Cesar Pelli numera 8 conexiones: el tiempo, la tecnología de construcción, el lugar, el propósito, la cultura, el proceso de diseño, nuestro público y uno mismo. Estas conexiones limitan nuestro diseño, pero nos pueden ayudar a reforzarlo también. La libertad de acción, según Pelli, es una ilusión, y puede ser dañina para nuestra profesión. Creo que nuevas conexiones con nuevas artes y otros campos del la ciencia pueden ser creadas sin tener que cancelar aquellas otras, aunque algunas sean modernistas, como la función o la orientación social.
Esto es lo que esta pasando con el Deconstructivismo hoy, la realidad del periodo moderno ha cambiado y por lo tanto también la arquitectura debería cambiar. Como hemos visto, la filosofía evolucionó, la metafísica perdió su lugar preponderante, la búsqueda de la “verdad” que fue el centro de la filosofía occidental por siglos dejo pronto de importar. El arte también sufrió un cambio profundo; se torno más abstracto, psicológico y experimental. El caos perdió su imagen negativa y muchos aprendieron a apreciarlo, a darle un papel más importante en el arte y la arquitectura. Todo esto sumado a los cambios sociales, los avances en la ciencia, la informática y la tecnología de la construcción debía reflejarse en alguna manera en la arquitectura: El Deconstructivismo fue la respuesta. Algunos arquitectos comunican mejor unos aspectos de la vida moderna y otros, otro. Eisenman, por ejemplo, refleja muy bien el lado psicológico de ella, la forma que sus edificios hacen a uno sentirse ansioso; es la incertidumbre que vivimos hoy día, y solo aceptándola nos sentiremos libres. Himmelblau es el espíritu rebelde de la arquitectura, la suya es una rebelión contra las reglas y el orden, una actitud de continuo cuestionamiento. Tschumi toma la visión de una cultura heterogénea, Hadid parece reflejar la velocidad de la vida moderna en sus diseños curvilíneos y los logros de la construcción con sus edificios suspendidos en el aire casi sin apoyo. Gehry transmite fantasía en sus obras, un grito contra la racionalidad. Y si tomamos a todos juntos y vemos que diferentes son unos de otros, aun cuando pertenecen al mismo periodo histórico, entendemos la visión deconstructivista de una realidad fragmentada, una visión anti-absolutismos.
“Puedes ser deconstructivista para el desayuno y clásico para el almuerzo, sólo intenta ser un buen arquitecto todo el día”
Para cada proyecto hay una solución más apropiada, llámese clásica, deconstructivista o moderna, uno no debe fijarse a un movimiento para poder sobrevivir o ser relevante como arquitecto. Esto es pensamiento deconstructivista, no un punto de vista absoluto sino la aceptación de diversidad. Jean Nouvel representa esta actitud. El asume esta “peligrosa actitud”, ya que significa rechazar el concepto de estilo que es comúnmente atribuido a un artista o arquitecto que construye un lenguaje particular propio y lo repite, usando siempre los mismos materiales y el mismo vocabulario de formas. “en pocas palabras, dice él, la idea de contextualidad me llevó a proyectos muy distintos” que pronto causaron que sus críticos lo clasificaran de ecléctico.
Pero el espíritu, la esencia del Deconstructivismo, lo que todos estos distintos arquitectos comparten, probablemente lo único en común entre ellos, es su actitud: una actitud de rebelión, cuestionamiento, una mirada irreverente a la sabiduría del pasado, las cosas que muchos toman por sentadas. Lo importante, como Nouvel aclara, “es hacer esa reacción positiva, porque no es suficiente estar contra algo, uno debe también estar a favor de algo”.
Lo que deseo para el Deconstructivismo es que el movimiento mantenga una mentalidad abierta y no intente imponer un nuevo absoluto con sus principios como hizo el Modernismo. Deseo para el futuro una pluralidad de movimientos, una arquitectura caótica como el Deconstructivismo junto a una racional, un espacio donde todas puedan coexistir. El Deconstructivismo junto al purismo de Ando o al Modernismo de Meier, el racionalismo de Botta o el high-tech de Foster y Piano. Un tipo de arquitectura puede ser más apropiado en ciertas circunstancias y otro en otras. Un cliente puede preferir una arquitectura caótica, sentirla más en concordancia con su carácter mientras que una arquitectura racional podrá serle más atrayente a otro. Ninguna es superior, y claro está que entre los extremos puede haber infinitas posiciones.
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Coop Himmelb(l)au |
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Zaha Hadid |
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Frank Ghery |
Para cada proyecto hay una solución más apropiada, llámese clásica, deconstructivista o moderna, uno no debe fijarse a un movimiento para poder sobrevivir o ser relevante como arquitecto. Esto es pensamiento deconstructivista, no un punto de vista absoluto sino la aceptación de diversidad. Jean Nouvel representa esta actitud. El asume esta “peligrosa actitud”, ya que significa rechazar el concepto de estilo que es comúnmente atribuido a un artista o arquitecto que construye un lenguaje particular propio y lo repite, usando siempre los mismos materiales y el mismo vocabulario de formas. “en pocas palabras, dice él, la idea de contextualidad me llevó a proyectos muy distintos” que pronto causaron que sus críticos lo clasificaran de ecléctico.
Pero el espíritu, la esencia del Deconstructivismo, lo que todos estos distintos arquitectos comparten, probablemente lo único en común entre ellos, es su actitud: una actitud de rebelión, cuestionamiento, una mirada irreverente a la sabiduría del pasado, las cosas que muchos toman por sentadas. Lo importante, como Nouvel aclara, “es hacer esa reacción positiva, porque no es suficiente estar contra algo, uno debe también estar a favor de algo”.
Lo que deseo para el Deconstructivismo es que el movimiento mantenga una mentalidad abierta y no intente imponer un nuevo absoluto con sus principios como hizo el Modernismo. Deseo para el futuro una pluralidad de movimientos, una arquitectura caótica como el Deconstructivismo junto a una racional, un espacio donde todas puedan coexistir. El Deconstructivismo junto al purismo de Ando o al Modernismo de Meier, el racionalismo de Botta o el high-tech de Foster y Piano. Un tipo de arquitectura puede ser más apropiado en ciertas circunstancias y otro en otras. Un cliente puede preferir una arquitectura caótica, sentirla más en concordancia con su carácter mientras que una arquitectura racional podrá serle más atrayente a otro. Ninguna es superior, y claro está que entre los extremos puede haber infinitas posiciones.