La arquitectura esconde mucho mas de lo que los ojos puedan llegar a ver, entender su esencia es descifrar un código divino, un ápice del vasto universo de patrones que exaltan los sentidos mas sublimes de la sensibilidad humana.
Aquella sensibilidad no es ajena a las nuevas generaciones que parecen haber perdido de vista que la arquitectura es el primer arte desde el mundo antiguo, con la presencia de nuevos modelos computarizados equipados con grandes motores gráficos, han provocado una vorágine de errores y prejuicios conceptuales acerca del arte, la belleza y su relación con la arquitectura.